No Quiero a Mi Hijo ¿Qué Me Pasa?
Cuando una persona va a ser madre por regla general está ilusionada por ver a su bebé, pero que sucede cuando nace y rechazamos a nuestro hijo o cuando nos saca de nuestras casillas en la adolescencia, cabe la posibilidad de pensar "no quiero a mi hijo", este pensamiento no solo crea un resentimiento hacia tu hijo sino que también te sentirás culpable por ello.
Después de años de trabajo, este pensamiento no te creas que es tan "único", muchas personas sobretodo madres que están pasando los primeros meses con su bebé o cuando llegan a la etapa de la adolescencia. La idea de este artículo es identificar las causas de por que surge este pensamiento y como solucionarlo.
Razones por las que No Quieres a Tu Hijo
Sentir que no se quiere a un hijo puede ser una sensación muy confusa y desagradable para cualquier persona. Hay varias razones que pueden contribuir a estos sentimientos:
El factor mas habitual cuando nace nuestro hijo es sufrir depresión postparto, este tipo de enfermedad es mas común de lo que parece y pude aparecer por lo normal en el primer año de vida del bebé.
Los trastornos de ansiedad generalizada por el hecho de pensar que la situación es demasiado para ti puede provocar irritabilidad, agotamiento y una sensación de que te has desvinculado emocionalmente de tu hijo.
Antes de que nuestro bebé nazca tenemos una expectativa, pero luego está la realidad, las noches sin dormir, los llantos, la falta de tiempo para uno mismo, las peleas con la pareja por todos esos factores, etc.
Las rabietas, desobediencia, la casa patas arriba, vacunas, médicos y un largo etc. pueden producirte tal agotamiendo emocional que hay personas que no pueden dar mas de sí mismos.
En caso de ser adolescente, está desarrollando su identidad y autonomía lo que conlleva enfrentarse a la autoridad, esto se traduce en conflictos y desafíos y algunos padren sietan que no quieren a sus hijos debido a la lucha constante.
Un estado depresivo también es posible que haga pensar que no quieres a tu hijo, en caso de estar pasando por uno momento malo y estar en depresión pueden surgir estos pensamientos.
No Quiero a mi Hijo: 5 Soluciones
Lo primero que te aconsejo es que busques ayuda a un profesional, bien sea por depresión postparto, ansiedad, problemas de conducta, o cualquier otra índole, un psícologo familiar puede ayudar a resolver este problema mucho mas rápido. Recuerda que puedes coger una cita aquí.
En caso de ser un problema de conducta habla con tu hijo y expresa tus sentimientos y lo que te preocupa de manera constructiva, nada de gritos, ni de reproches, hablar cuando estéis bien entre ambos.
Toma algo de tiempo para a ti, es clave poder relajarse aunque sea un rato al día, alguna afición o simplemente descansar para reducir el estrés.
Leer libros sobre la educación de los hijos en desarrollo infantil y estrategias para mejorar habilidades parentales puede ayudar a disminuir la frustración y ser mas paciente.
Estrecha el vínculo con tu hijo, sal por ahí, hacer cosas juntos, apuntaros a algo que tengáis en común. A esto añade mucha paciencia y empatía.
Antes de terminar te recomiendo que ambos vayan a terapia familiar para que todo esto funcione bien y os ayude a reducir esa frustración y ansiedad que seguramente ambos sentís.
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