Cómo Tratar a una Persona con Ataques de Ira

como trartar a una persona con ataques de ira

Todos hemos tenido esos días en los que parece que nada va bien: un mal día en general, un malentendido con alguien cercano, o una frustración inesperada que desencadena una tormenta de emociones, siendo la ira una de las más intensas. La ira a menudo suele asociarse con gritos, críticas y, en los casos más extremos, con comportamientos destructivos. Al pensar en la ira, muchas veces lo que nos viene a la mente son esos temidos ataques donde parece que la persona ha perdido por completo el control.

Sin embargo, al igual que otras emociones como el miedo, la tristeza o la ansiedad. La ira tiene su razón de ser y cumple un papel fundamental en nuestra vida. El problema surge cuando la ira se apodera de alguien de manera tan extrema que provoca una respuesta desproporcionada, donde el control parece esfumarse por completo.

¿Qué Provoca los Ataques de Ira?

Para saber como tratar a una persona con ataques de ira lo primero que hay que hacer es identificar cuales son los motivos que los provocan, como cada persona es distinta te voy a poner los motivos mas comunes por los que puede aparecer una ataque de ira:

El motivo número de los ataques de ira suele ser por frustación, cuando algo no sale como ellos quieren o como creen que debería salir, esto puede suceder con cualquier cosa, trabajo, relaciones, metas, etc. Les provoca tal sentimiento de impotencia que se transforma en un ataque de ira.

Los problemas de estrés diario también son otro factor que puede provocar ataques de ira, problemas económicos, en el trabajo o cualquier otro tipo que le estrese. Al sentir dicha presión es cuando puede provocar dicho ataque.

No sabe como manera sus emociones de la manera correcta por ejemplo, cuando lo ideal es expresar lo que sienten de una manera tranquila y buscar soluciones, ellos pueden recurrir a la ira.

Alguna experiencia en el pasado que haya podido ocasionar un trauma, como abusos, perdida de algún ser querido, etc. La ira puede aparecer como respuesta a esos recuerdos o heridas no sanadas. Es una manera de protegerse o expresar su dolor.

No podemos descartar la depresión, ansiedad o incluso un trastorno de personalidad, en estos casos es urgente tratarlo profesionalmente.

El alcohol y otras drogas pueden alterar el juicio y el control emocional de una persona. Esto puede llevar a reacciones exageradas y ataques de ira, especialmente si la persona está bajo la influencia o enfrentando la resaca.

No dormir lo suficiente puede afectar el estado de ánimo y la capacidad de una persona para manejar el estrés. La irritabilidad y la ira son respuestas comunes cuando el cuerpo y la mente no están descansados.

Estar en un ambiente donde hay conflictos constantes, críticas, o situaciones que provocan estrés, como problemas en el trabajo o en casa, puede desencadenar ataques de ira. También, algunas personas tienen desencadenantes específicos que los llevan a perder el control, como ciertos comentarios o situaciones que les recuerdan experiencias negativas.

7 Consejos para Tratar a una Persona con Ataques de Ira

Es fundamental recordar que cuando alguien estalla en un ataque de ira, está atravesando un momento de vulnerabilidad emocional. En esos instantes, lo que más necesitan, aunque no siempre lo expresen claramente, es sentirse comprendidos, apoyados y no juzgados. La ira, en su esencia, es una llamada de auxilio disfrazada de gritos y palabras duras. Por ello, al acercarnos a alguien en medio de un ataque de ira, debemos hacerlo con empatía, paciencia y una serie de estrategias que permitan canalizar esa energía negativa de manera constructiva.

Mantén la Calma y Respira Profundo

Aunque estoy segura de que tu primer impulso sería responder con la misma intensidad es fundamental mantenerse sereno. Respirar y tomarte un momento para responder. Este gesto no solamente te ayudará a ti, sino también a la otra persona ya que le servirá de ejemplo. Lo mas probable es que si te mantienes en calma la situación no vaya a más.

Escucha sin Interrupciones

En muchas ocasiones cuando ocurre este tipo de ataque lo que mas necesita es ser escuchado. Y solamente eso, sin juzgar a la persona, sin esperar una respuesta, solamente hay que escuchar de manera activa, lo mas probable es que si la persona ve que está siendo atendida de manera positiva, disminuya su ataque de ira.

No lo Tomes como Personal

Por regla general estos ataques de ira no son enfocados hacia la otra persona aunque lo parezca. Seguramente estará lidiando con problemas internos y no tiene nada que ver contigo. Mantén esto en mente para no reaccionar a la defensiva.

Espejo Emocional

Una técnica útil es reflejar de manera calmada lo que la persona está sintiendo. Por ejemplo, si está gritando o siente frustración, podrías decir: "Parece que estás muy molesto, explícame que te ocurre, estoy aquí para ayudarte". Este acto de 'espejeo' ayuda a la persona a sentirse comprendida y reducir la sensación de que está siendo atacado o ignorado.

Vía de Escape

A veces, las personas no saben cómo manejar la ira porque no tienen una salida clara para sus emociones. Ofrecer alternativas como caminar juntos, hacer una actividad física intensa (como correr o saltar la cuerda) o incluso realizar una tarea creativa (como pintar o modelar con arcilla) puede canalizar la ira en algo positivo.

Busca Ayuda

Si ves que la situación muchas veces se sale de control, sino la persona que sufre ataques de ira no atiende a razones o sus ataques se mantienen de forma constante, una buena opción es buscar ayuda profesional para solucionar este problema. Dichos ataques suelen venir provocados por una segunda emoción como puede ser el miedo, la ansiedad, etc. saber por que se producen puede ayudar a sanar esa segunda emoción y así poder controlarlos o incluso eliminarlos. Recuerda que puedes pedir una cita conmigo en mi consulta de Alicante o vía online.

Conexión de Empatía

Cuando la persona está muy alterada, intenta conectarte con ellos a través del tacto suave o una mirada comprensiva, si sabes que no se sentirán invadidos. Un toque ligero en el hombro o una mano en la espalda puede recordarles que no están solos y que estás ahí para apoyarlos, lo cual puede ser reconfortante en momentos de ira extrema.

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